SOMO T.A.O.

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TECNOLOGÍA ANCESTRAL ORGÁNICA

Los seres humanos escondemos muchos potenciales ocultos que culturas milenarias como la tolteca, china, egipcia o hindú conocían y plasmaron en diferentes sabidurías que hoy se retoman cada vez más. Detrás de su conocimiento existe una verdad que ha sido disfrazada en los últimos siglos: el cuerpo físico funciona a través de un cuerpo energético, un microcosmos de puntos, líneas y campos vibracionales que crean una anatomía sutil que se extiende e interconecta con la biológica, somos un entretejido de energía.

La Física Cuántica ha confirmado lo que los ancestros sabían, que en el universo todo está hecho de vibraciones de energía en movimiento. Ninguna partícula está totalmente fija o sólida, lo único que distingue a la materia de la luz es la velocidad en la que su energía está vibrando. Y así como en el prisma visible de luz que vemos en el arcoíris solo alcanzamos a percibir menos del 10% de toda la luz disponible, así nuestros cuerpos emiten un rango mucho mayor de frecuencias de lo que nuestros sentidos comunes detectan.

El gran misterio detrás de fenómenos como la intuición, la telepatía o las premoniciones está en comprender la inmensa cantidad de información que ha sido bloqueada de nuestra percepción por milenios de condicionamiento de creer que somos máquinas hechas de engranes separados de materia autómata, en vez de organismos inteligentes interconectados e interdependientes de los procesos de la naturaleza y el cosmos.

De hecho, el ser humano es uno de los generadores y receptores de frecuencias más poderosos que existen, que van desde lo denso a lo más sutil. Desde la comunicación intracelular, el funcionamiento de los órganos, hasta todo pensamiento y emoción, todo lo que sucede en el cuerpo emite un código energético único que no difiere mucho de los algoritmos transmitidos en una computadora.

Cuando nos ponemos a pensar lo mucho que estamos dirigidos hoy en día por frecuencias ‘invisibles’ que damos por hecho sin entender su trasfondo como, la radiación solar, el magnetismo, electricidad, las ondas de radio o wifi, es increíble el hecho de que aun sea difícil aceptar que los seres vivos también operamos en planos de energía que no percibimos, y no por ello dejan de ser auténticos y en muchas ocasiones el origen verdadero de lo que somos.

Si comparamos nuestro cuerpo con la tecnología actual, es fascinante observar las similitudes que revelan cómo mucha de esa tecnología digital ha sido modelada por las capacidades que existen ya dentro de nosotros.

EL PELO – ANTENAS
LOS OJOS – CÁMARAS
NARIZ / PIEL – SENSORES
OIDOS – DETECTORES
CORAZÓN – GENERADOR
LA VOZ – RESONADOR

Además, en todo mecanismo digital, ya sea computadora, celular, tableta o gadget moderno, existen tres elementos claves que sustentan su funcionamiento y que se pueden equiparar a los seres vivos: el hardware, el software y la fuente de poder.

El HARDWARE es la MATERIA, son las estructuras tangibles.

Esto sería equivalente a las formas biológicas del CUERPO FÍSICO como las CÉLULAS, TEJIDOS, ÓRGANOS.

EL SOFTWARE son los PROGRAMAS que dirigen a esas estructuras.

Se observan en el código del ADN y en los procesos de la PSIQUE (pensamientos y emociones), que están dirigiendo la información que circula por el cuerpo, guiando su funcionamiento.

LA FUENTE DE PODER es la ENERGÍA que permite que todo funcione.

Ninguna tecnología existe sin una corriente eléctrica que la alimente, y éste fluye a través del sistema nervioso, cerebro y corazón -principales generadores eléctricos del cuerpo- los cuales sostienen a nuestro CAMPO ELECTROMAGNÉTICO que en esencia todo es un sistema de LUZ.

Así, en conjunto estos tres aspectos forman parte de la inteligencia física, psíquica y energética que comprende lo que llamamos VIDA ORGÁNICA. Existe un concepto denominado HOMEOSTASIS que se traduce en la capacidad de todo organismo de OBSERVAR, DETECTAR, CORREGIR Y SOSTENER un equilibrio entre todos sus sistemas. Ésta es la clave de la inteligencia bioenergética oculta en todos los seres vivos, ya que en condiciones naturales de equilibrio, nuestro cuerpo es capaz de sostenerse y REGULARSE POR SI MISMO.

¿Por qué es esencial recordar estas verdades?

DESDE TIEMPOS MODERNOS NOS HEMOS DESCONECTADO DE ESTA INFORMACIÓN Y CON ELLO DEJAMOS DE CREER Y UTILIZAR ESA PARTE DE NUESTRA CONSCIENCIA INNATA QUE NOS ALINEA NATURALMENTE A LOS RITMOS INTELIGENTES DEL CUERPO Y EL COSMOS.

Haber desconfiado de los flujos naturales ha tomado un costo individual y colectivamente elevado ya que no somos capaces de confiar plenamente en nuestra capacidad reguladora intrínseca. Todo esto nos ha llevado a un camino de insatisfacción, sufrimiento,  enfermedad y una búsqueda interminable por soluciones que terminan estando incompletas porque siguen viendo al cuerpo como algo fragmentado de sus aspectos físicos, psíquicos y energéticos.

Ya es tiempo de que desempolvemos los tomos de conocimiento atesorados en nuestro ADN y seamos conscientes de que la capacidad de AUTOBSERVACIÓN, AUTOREGULACIÓN Y AUTOCORRECCIÓN es nuestro estado original para poder AUTOSANARNOS. Por ello es que hoy surgen modelos que integran esta SABIDURÍA ANCESTRAL en nuevos conceptos como la MEDICINA ENERGÉTICA o el BIOHACKING, aspectos que en esencia desean que tomemos la RESPONSABILIDAD de nuestra salud y bienestar de vuelta a nuestra plena consciencia.

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